viernes, 13 de febrero de 2009

La alimentacion en la hiperactividad




http://www.laprensa.com.ni/archivo/2005/noviembre/10/revista/revista-20051110-06.html

Nutrición
La alimentación y la hiperactividad en los niños

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. “En aras de mejorar estos trastornos aumente el consumo de vegetales y frutas por ejemplo, banano, mango, piña, pera...”



Dr. Rafael Fernando Planche Blanco
rplanche66@yahoo.com

La hiperactividad, el trastorno por déficit de atención, disfunción cerebral mínima y otros problemas de conducta a menudo tienen inicio a tempranas edades y en cualquier caso antes de los 7 años de edad. Éstos pueden continuar hasta etapas de la edad adulta.

Estos trastornos pueden destruir la vida familiar. Los padres a menudo sufren increíbles tensiones, profundas frustraciones, desesperanzas y culpas que pueden desestabilizarlos emocionalmente causándole a sus hijos comportamientos inadecuados. Para estas familias, la hiperactividad en los niños puede transformar el ambiente paternal en una pesadilla.

La medicina convencional utiliza una variedad de drogas para sedar a los niños, ejemplo de ello el Ritalin, que es una anfetamina usada frecuentemente. Algunas de estas drogas pueden temporalmente calmar los síntomas pero no curar la enfermedad. Por medio de la nutrición curativa logramos llegar a la raíz de muchos de estos síntomas reduciendo las conductas desadaptativas que presentan estos pacientes.

Las características incluyen inquietud, temperamento cambiante, autodaño inflingido, pobre comunicación verbal, impulsividad, egocentrismo, falta de atención y marcada distractibilidad.

Estos trastornos son más frecuentes en niños que en niñas. Muchos parecen tener altos niveles de cobre en su cuerpo. Los altos niveles de cobre, automáticamente aumentan las necesidades para el zinc y éste es vital para un apropiado funcionamiento del cerebro, especialmente para la habilidad de captar información.

El zinc, conjuntamente con la vitamina C es extremadamente útil para disminuir los niveles de metales pesados tales como el plomo en el organismo.

Algunas consideraciones nutricionales que debemos tomar en cuenta en nuestros niños para evitar el riesgo de presentar estos trastornos son:

Ingesta excesiva de carbohidratos refinados, bajo consumo de zinc, aditivos alimenticios, saborizantes, preservantes (glutamato monosódico, aspartame), contaminantes ambientales, alergias e intolerancia alimenticia, cafeína (cola, chocolate, café), toxicidad de metales pesados que causan bajos niveles de zinc, deficiencia generalizada de vitaminas y minerales especialmente vitamina B3, B6, zinc y magnesio, hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre) y bajo nivel de ácidos grasos esenciales.

En aras de mejorar estos trastornos aumente el consumo de vegetales y frutas por ejemplo, banano, mango, piña, pera, consuma semillas mixtas (ajonjolí, ayote, girasol y linaza), balancee las proteínas animales (carne, pescado ocasionalmente) con proteínas vegetales (tofú, soya, yogurt, nueces, semillas vegetales y granos), consuma adecuada cantidad de fibra como arroz integral, avena, frutas y hortalizas.

Especialista en Medicina Integral y Nutrición.

Telf: 264-1402 .

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